En los últimos años, hemos sido testigos de una transformación significativa en los modelos de trabajo, como es el trabajo remoto e híbrido, que tomó mayor protagonismo entre 2019 y 2020, en gran parte siendo un mecanismo como una solución “forzosa” ante la pandemia de Covid-19 donde muchas empresas adoptaron estas modalidades, incluso aquellas en sectores cuya naturaleza operativa dificultaba el trabajo remoto, como algunas áreas del sector financiero, debido a requisitos estrictos de seguridad.
Sin embargo, lo que comenzó como una medida temporal se ha convertido en una tendencia permanente. De hecho, el trabajo híbrido y remoto ha experimentado un crecimiento de más de un 100% en comparación con años anteriores. Según un reportaje de Forbes, se proyecta que para finales de este 2024, la industria de coworking registre un aumento de hasta un +224%. Cabe destacar, que este modelo no solo beneficia a los nómadas digitales, sino también a empresas que buscan optimizar costos operativos adoptando modelos más flexibles.
En 2024, varios países destacan por su notable crecimiento en el sector coworking como Estados Unidos, que registró un aumento de un 2% durante el segundo trimestre del año, mientras que España mostró un impresionante crecimiento de un 70% en comparación