En el último año, el índice de precios al consumidor ha aumentado un 6 por ciento, con el pico más alto alcanzando el 9.1% en junio del año pasado, el mayor incremento desde noviembre de 1981. Los consumidores están sintiendo el impacto de los precios inflacionarios, especialmente en lo que respecta a comer fuera y los hábitos de consumo de bebidas. Según un informe reciente de Morning Consult, más de la mitad de los estadounidenses dicen que están cambiando sus formas de comer y beber debido a la inflación. Los restaurantes continúan sufriendo las consecuencias Los restaurantes enfrentan numerosos desafíos debido a la escasez en la cadena de suministro, la inflación de alimentos de dos dígitos, los aumentos salariales y los mayores costos operativos, entre otros. No sorprende que, para mantener sus puertas abiertas, estén aumentando los precios para los consumidores. Sin embargo, a medida que los consumidores buscan ahorrar en la economía actual, los restaurantes parecen ser los primeros en sufrir recortes. Según el mismo informe de Morning Consult, todas las generaciones y niveles de ingresos tienen la misma probabilidad de comer menos fuera de casa para reducir gastos en comparación con otros comportamientos. Esta tendencia no se limita solo a comer en