COVID-19: Intervenir durante una crisis

Las crisis socio-económicas provocan un universo de emociones difíciles de detener. Esto, además de los propios desafíos que trae consigo cada una de ellas, convierte en impredecible cualquier dinámica comercial que estuviera estipulada o que se plantee llevar a cabo.

En materia de inversión, los momentos económicos difíciles son un reto a la inteligencia. Sin embargo, para aquellos con mayor espíritu de innovación, podrían convertirse en un impulso creativo para diseñar estrategias que protejan el negocio, o incluso lo hagan crecer. En ello se enfocan las siguientes reflexiones.

Partamos de la realidad que vivimos. La pandemia de COVID-19 ha puesto en alerta al mundo y ya se habla de recesión económica. Algunos expertos, entre ellos personas que se dedican a la gestión de fondos de inversión, comparan el escenario actual con la crisis global de 2008, materializada realmente en 2009 y 2010 y todavía muy reciente en las mentes de todos nosotros. Otros, como el Ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, hace un símil con la “Gran Depresión”, el golpe económico más fuerte del siglo XX, derivado de una cadena de acontecimientos que provocaron una gran caída de la Bolsa de Valores de Nueva York en 1929.

Escuchar esto último es preocupante, sobre todo, conociendo que la “Gran Depresión” ha sido la crisis económica global que más permaneció en el tiempo, prolongándose durante más de una década. Sin embargo, los tiempos son otros; vivimos en un mundo donde la tecnología nos permite ver más allá de lo evidente y la información es la gran protagonista.

Por tanto, si usamos bien estos recursos, no solo podremos salir juntos de esta crisis, si no que con movimientos inteligentes incluso podríamos hacer inversiones acertadas. Además, contrario a lo ocurrido en 2008, cuando los mercados y especialistas tardaron tiempo en darse cuenta de la magnitud de lo que nos afectaba, con COVID-19 hemos reaccionado muy a tiempo y por eso se espera que el impacto sea de menor duración y la recuperación más fácil.

La gran cuestión es: ¿dónde invertir y cómo?

Invertir en tiempos de crisis amerita de acciones bien pensadas, evitando las precipitaciones y, especialmente, guardando conciencia de los riesgos que la propia crisis supone para nuestro capital, así como la vulnerabilidad que trae consigo un mercado volátil en el que no siempre las decisiones se toman desde ópticas totalmente racionales y con la suficiente información, sino bajo la influencia de la oportunidad acelerada y la intuición emotiva, quizá con experiencias pasadas como guía.

Teniendo lo anterior claro, sí cabe abrir el espectro creativo y pensar en invertir en soluciones que parecen oportunas en la actual crisis. Algunos ámbitos de inversión que se podrían considerar son:

  • Oro

Se trata de la “vieja confiable” de las inversiones. No es un secreto que las inversiones en oro son de las más estables. Esto es evidente cuando identificamos el incremento que ha tenido su valor en los últimos meses, llegando a 1,700 dólares por onza en abril 2020. Según la Reserva Federal de Estados Unidos, la estimación del valor del oro, va de 2,000 a 3,000 dólares la onza para finales de 2021.

  • Salud

Al tratarse esta de una crisis sanitaria, el sector farmacéutico ha sido uno de los menos afectados. En ese sentido, ganan destaque aquellas iniciativas de innovación que junto a la tecnología contribuyan a generar avances necesarios, en lo que respecta a las defensas estatales en el sector salud, frente a la pandemia. Cabe pensar aquí también en otros renglones que no son necesariamente el de fármacos. La industria del wellness se convierte en una gran oportunidad que ya venía tomando posiciones como atractivo para la inversión.

  • Tecnología

Empresas como Amazon y Netflix, además de algunos emprendimientos dirigidos a soluciones de teletrabajo, han permanecido estables durante el confinamiento. En algunos casos, como el de la plataforma Zoom, la pandemia ha servido de reivindicación de la filosofía de estas compañías, que venían alertando sobre las amplias facilidades que ofrecen desde el mundo digital.

Si bien los sectores antes mencionados son los más destacados en este momento, el riesgo que supone una pandemia es naturalmente mucho mayor que el que habría en un escenario más “normal”. Ante esto, se debe pensar muy bien los pasos a dar, pues cualquier error pudiera causar grandes pérdidas.

Las crisis económicas, para algunos, llegan en forma de una oportunidad de crecimiento y estabilidad comercial. Sobre todo, para quienes actúan con control de los impulsos y al mismo tiempo se atreven a ser creativos e innovar.