Los famosos han encontrado en los hoteles de lujo una forma de invertir que, además, deja huella en la ciudad. Si bien tienen una vida de lujos, joyas y mansiones, también cuentan con una mentalidad emprendedora, por lo que apuestan por invertir en industrias ganadoras. No es una novedad. Ya vimos a Robert De Niro convertirse en copropietario de Nobu Hospitality y Nobu Restaurants, con el famoso chef Nobuyuki “Nobu” Matsuhisa y el productor cinematográfico Meir Teper. También es un ejemplo Leonardo DiCaprio, que lidera el Blackadore Caye,  su propio alojamiento en el cayo Blackadore, en Belice -Centroamérica. Y aunque famosos invirtiendo en hostelería no es el tema más viral, tampoco ha dejado de ser tendencia. Hace pocos meses leí en el blog Dominican Today que se han formalizado proyectos importantes en Miches con inversiones que superan el billón de dólares. Mencionaron a Shakira, Jay Z y a Vin Diesel como las figuras inmersas en construir nuevos paraísos en República Dominicana.  Estas inversiones no son exclusivas de Hollywood o la industria musical. También hay deportistas que no solo brillan en un salón de la fama. El gran tenista Rafael Nadal realizó una inversión de 14 millones de euros en dos complejos hoteleros

Frente al fuerte impacto que recibió la economía global como consecuencia del COVID-19, el servicio de comida a domicilio se expandió a pasos agigantados. Como su naturaleza lo describe, este recurso fue el único que dejó sus puertas abiertas para que bares y restaurantes se movilizaran rápidamente hacia sus clientes y continuarán operando.  A pesar de que muchos países no presentaban interés en aplicaciones de delivery, en el 2020 se registraron aumentos en los más rezagados. María Bertorch, experta en la industria de servicios alimentarios en NPD Group, compañía estadounidense de investigación de mercado, expone a los países anglosajones como los protagonistas de este cambio. “En Francia, sólo 6% de los “pedidos se realizaron en entrega” en el 2020, frente a 3% en el 2019. En Gran Bretaña, esta proporción fue del 17% el año pasado, frente al 9% en el 2019”. De igual manera, en una encuesta que hizo Deliveroo, una app de Delivery en España, leí acerca de cómo el 40% de los negocios asociados a la plataforma aseguraban que se hubiesen visto obligados a cerrar en los próximos seis meses si no fuese por la implementación del delivery a su modelo de negocios. Es decir, hoy tuvieran sus puertas

En las últimas décadas, el turismo ha sido uno de los principales motores para el desarrollo económico de centenares de países. Sin embargo, la pandemia ha azotado a esta industria al punto de exponerla como la más vulnerable ante crisis mundiales. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los esfuerzos por contener la pandemia podrían provocar una contracción de la economía del turismo de entre el 45% y 70%, y es poco probable que vuelva a la normalidad en un futuro cercano.  Ahora bien, estos hechos, lejos de reducirlo, han incrementado el apetito de los inversionistas por la compra, venta y/o alquiler de empresas hoteleras. Además, las oportunidades son palpables. Muchas empresas hoteleras pondrán parte de sus activos a la venta.  Como dijo Laura Hernando, Managing Director del departamento de hoteles de Colliers International: "Habrá acceso a hoteles que, sin pandemia, probablemente los propietarios no se hubieran planteado vender".  En el caso de Riu Hotels, fueron tres hoteles en España, Portugal y Panamá. La cadena NH,es otra que  se desprende de sus filiales en México y República Dominicana. De enero a la fecha ya se han concretado algunos movimientos. La estrategia inversora de Pontegadea, el fondo de Amancio Ortega, hizo un acuerdo

Las estructuras de construcción han ido evolucionando en función de las necesidades que han ido creando para sí los seres humanos. Han sido más o menos sofisticadas, dependiendo de las tecnologías disponibles en la época y del poder adquisitivo de las personas para incluirlas en sus espacios vitales. Hoy estamos viviendo un proceso de transformación causado por una pandemia que ha generado cambios drásticos en nuestra manera de vivir y de usar nuestros espacios, especialmente nuestras viviendas. Ahora, pasamos mucho más tiempo en nuestras casas. En principio, para mantenernos a salvo del COVID-19. Pero cuando este virus deje de ser tan nocivo y letal, quedarán hábitos que hemos descubierto y adoptado.  Esos hábitos han provocado una aceleración de la tendencia, que ya existía, hacia la arquitectura sostenible, la que garantiza la eficiencia del funcionamiento del edificio a la vez que respeta el planeta y a las personas. En ella, la incorporación de la tecnología a la construcción ha multiplicado su importancia, también para la inclusión de otras cuyo uso dentro de los espacios permite ofrecer mayor bienestar a los inquilinos. En medio de este panorama, el WELL Building Institute, institución que se encarga de  crear y certificar espacios que promuevan la salud y

El 2020 representó un año lleno de retos para el mundo entero debido a la COVID-19. La incertidumbre que esta situación de emergencia trajo consigo no solo dejó secuelas en la economía global  y un confinamiento indefinido, sino también, la pérdida masiva de empleos, reducción de ingresos financieros que tocaron las puertas desde los más pequeños (microempresas) hasta lo más grandes (multinacionales).  Durante este tiempo, muchas empresas y negocios, cerraron sus puertas. Sin embargo, es evidente que ha sido un año de reinventarnos, de adaptarnos a una nueva normalidad para hacer negocios, de identificar nuevas oportunidades de emprendimiento y nuevas tendencias innovadoras que han cambiado el curso de muchos modelos de negocios que lideran el mundo.  Quiero mencionar 4 tendencias que considero vinieron para quedarse mucho tiempo entre nosotros y cambiar modelos de negocios que se encontraban inertes en el mercado: Ventas en línea  Los negocios que ofrecen productos e incluso servicios que antes se consideraban experiencias de primera mano se inclinan al mercado digital, la migración de negocios y grandes empresas así como la evolución de las plataformas digitales con las que cohabitamos en nuestro día a día hoy nos permiten acceder a la compra, adquisición o solicitud de cualquier producto o servicio

La transformación digital se ha acelerado a raíz de la pandemia de la COVID-19. De eso ya no nos queda duda. Por lo tanto, la inversión en tecnología gana peso en las estrategias empresariales y en los presupuestos, sin importar el tamaño de la empresa. Incluso para las más pequeñas, incorporarlas para su gestión puede hacer la diferencia entre sobrevivir y salir adelante o desaparecer. En el caso de la hospitalidad, la digitalización de procesos en ámbitos como las reservas, las finanzas y el marketing venía ascendiendo de manera paulatina.  En el primer caso, por ejemplo, la irrupción en el sector turístico de plataformas tecnológicas de intermediación para la compra de vacaciones y hasta de para las reservas de viajes de negocio, por ejemplo, llevó a las empresas a replantearse aspectos de gestión tarifaria muy diferentes a los que se venían usando. El modelo de compra directa o mediante agencia había dado paso al del click desde un dispositivo móvil para reservar una habitación, un asiento de avión o unas vacaciones completas. La pandemia, tan dañina para el sector de la hospitalidad, ha agrandado nuestra necesidad de seguridad y aumentado nuestra vida digital. Y eso va a permanecer así luego de que